Tiberíades es un lugar relevante en la vida de Jesús y sus discípulos, es un lugar de encuentro...

En este blog encontrarás textos, imágenes, presentaciones, encuentros y otros aportes para la catequesis, para que sigamos haciendo de nuestra tarea un encuentro vivo con Jesús.

viernes, 26 de agosto de 2011

Proyecto formativo


Tiberíades
La búsqueda de la identidad en el encuentro con Jesús

“Tiberíades” se presenta como un proyecto formativo que busca propiciar el encuentro con Jesús en el marco de la tarea más importante de la adolescencia: la búsqueda de la identidad.

“Tiberíades” es, en los evangelios, lugar testigo de muchos de los dichos y hechos de Jesús: desde sus costas, la Buena Noticia comenzó a compartirse en la región. Allí, Jesús llamó a los primeros discípulos y los animó a un cambio de vida, mostrándoles el horizonte de su existencia.

“Tiberíades” es una propuesta de formación de fuerte contenido kerigmático. Se trata, concretamente, de una catequesis de anuncio, ya que busca presentar la persona de Jesús, Dios y Hombre, encarnado y resucitado.

La propuesta formativa está inspirada en el episodio de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos a orillas del Mar de Tiberíades narrada en el evangelio de Juan, capítulo 21. Allí, los discípulos, de manera especial Pedro, tienen un encuentro personal con el Señor. A partir de ese momento sus vidas no serán las mismas.

Mar de Tiberíades

Del contenido del relato, surge la estructura del proyecto, organizado en tres fases o partes (un total de 30 encuentros):


Primera parte (Situación): “Voy a pescar”

Constituye el reconocimiento de la propia identidad: la barca, las redes, la pesca, el mar, los peces. Pedro debe hallarse a sí mismo en su realidad, la cotidiana, solo allí podrá reconocer su identidad.

En estos primeros encuentros, se busca poner al adolescente en situación de interioridad, animándolo a un profundo conocimiento de sí, fortaleciendo su inteligencia intrapersonal. El objetivo de estos encuentros iniciales es la búsqueda (o reconocimiento) y aceptación de su identidad.


Segunda parte (Iluminación): “Vengan a comer”

Jesús prepara el encuentro e invita a compartir el banquete. Es un encuentro reconfortante donde cada discípulo puede reconocer el rostro de Jesús y mirarse en él como en un espejo.

Estos encuentros constituyen la parte central del proyecto, ya que presentan la persona de Jesús, desentrañando su identidad, reconociendo la importancia del ambiente y comunidad en donde se formó y llevó a cabo su misión y, especialmente, sus enseñanzas y opciones vitales. El conjunto de estos temas se presentan como “un gran kerigma” destinado a mostrar a Jesús de Nazaret, hombre con identidad, como modelo de aquellos que están forjando su personalidad.


Tercera parte (Respuesta): “Apacienta mis corderos”

Cuando la fe y la vida se encuentran, necesariamente ha de nacer un compromiso. Jesús anima a Pedro para el cumplimiento de su misión.

Los encuentros finales se orientan hacia el descubrimiento de una identidad colectiva: ser cristianos. Identidad que implica un modo de ser en el mundo, de llevar a cabo una misión.


Características del proyecto como proceso catequístico

  • Es una catequesis kerigmática. Jesús es conocido pero no siempre reconocido. Su mensaje no siempre es aceptado como Buena Nueva. Por esta razón, esta catequesis busca renovar el don de la fe, despertarlo, animarlo para que cada catequizando pueda entrar en un íntimo diálogo con el Señor (finalidad de toda catequesis) y pueda expresar su fe en el Dios Uno y Trino.


  • Es una catequesis bíblica. La Palabra de Dios como fuente de donde beber para llevar a cabo el encuentro entre el hombre y Dios, “que habla como amigo”. El encuentro con la Palabra buscará realizarse desde una incipiente Lectio Divina que le permita al adolescente, una lectura más profunda y en estrecha relación con su vida.


  • Es una catequesis en clave de Aparecida. Formar discípulos y misioneros de Jesús al servicio del Reino: esta es la misión. Así como lo propone el documento del Celam, se intentará desarrollar un itinerario formativo (en este caso, acompañando una etapa de la vida: la adolescencia), sumando un aporte para el desarrollo de discípulos y misioneros.

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