Tiberíades es un lugar relevante en la vida de Jesús y sus discípulos, es un lugar de encuentro...

En este blog encontrarás textos, imágenes, presentaciones, encuentros y otros aportes para la catequesis, para que sigamos haciendo de nuestra tarea un encuentro vivo con Jesús.

viernes, 24 de agosto de 2012

Los fines de la educación

Los fines de la educación

Como segundo encuentro de la materia Pedagogía, abordaremos la cuestión de los fines de la educación sin olvidar la importancia que reviste, dentro de la educación cristiana, el concepto de formación integral.




Acerca de la finalidad del quehacer educativo, hemos tomado como referencia el documento del Episcopado Argentino, "Educación y Proyecto de Vida" del año 1985. En él, encontramos el apartado "El hombre, identidad y sentido. Las metas de la madurez".



viernes, 17 de agosto de 2012

La Palabra: centro del encuentro catequístico

La Palabra: centro del encuentro catequístico


No hay verdadera catequesis sin anuncio explícito de la Palabrade Dios. La Palabraocupa el lugar central del proceso catequístico.

La Palabrailumina la experiencia humana y la conduce, invariablemente, a una respuesta de fe.

Este momento dentro del proceso catequístico, ha de adquirir una relevancia particular: capacidad de escucha, iniciación al silencio, predisposición externa e interna para gustar lo que Dios dice al hombre. No es un momento más, es el central y debe destacarse.

Cuando hablamos de Palabra de Dios, no nos referimos a “algo” sino a “Alguien”. Jesús es la Palabra que Dios ha querido decir a la humanidad. La Palabra de Dios, por lo tanto, se contiene en la Tradición y la Escritura. Entendemosa la primera como la transmisión viva de la Palabra de Dios, que comienza en los tiempos de Jesús por la predicación de los apóstoles y continua hasta hoy.

«La Tradición envuelve a la Biblia antes, durante y después. Antes de ser escrita, la Biblia era narrada. Después, se fue escribiendo, poco a poco, dentro de un proceso de transmisión de las historias y doctrinas, costumbres y tradiciones del pueblo. Finalmente, una vez escrita, siguió siendo transmitida de generación en generación, hasta hoy, dentro de una tradición viva» (Mesters, Carlos.- Lectura fiel de La Biblia).

Al iluminar la experiencia vital de los catequizandos, lo hacemos desde la Palabra de Dios contenida en la Tradición, escrita en La Biblia, celebrada en la Liturgia, manifestada en la Vida de la Iglesia, de modo particular en el testimonio de los santos y explicada en el Magisterio de la Iglesia.

En el marco del proceso catequístico, luego de hacer surgir la experiencia vital de los catequizandos en orden al tema que debemos anunciar, la iluminación implica:


  1. La proclamación de la Palabra.
  2. El aporte del catequista: será breve, vinculando el mensaje evangélico con la experiencia vital; explicando, si es necesario, términos, expresiones, signos, lugares significativos a fin de hacer más comprensible el mensaje; buscando que éste llegue al corazón de la persona
  3. Profundización de la Palabrade Dios: su finalidad es que el catequizando pueda apropiarse del mensaje. Con la ayuda de cuestionarios, cuentos, canciones u otros recursos válidos, el catequista permitirá que el catequizando se acerque a la Palabra y la haga suya, posibilitando el encuentro con Jesucristo.
Es necesario que el catequista, al preparar su encuentro catequístico, tenga en cuenta una serie de elementos que le permitirán hacer una lectura fiel de la Escritura para, luego, comunicarla a los catequizandos.

Sobre este punto, seguiremos las enseñanzas de Carlos Mesters en su obra “Lectura fiel de la Biblia”.

Mesters apunta que no basta la razón para descubrir el sentido de un texto bíblico, para superar cualquier lectura incompleta o reduccionista, es necesario tener en cuenta diversos criterios: los de la fe, los de la realidad y, éstos, acompañados con la lectura orante de la Palabra.

Criterios de la fe:


1.- “Atender al contenido y unidad de toda la Escritura”.


2.-  “Tener en cuenta la Tradición viva de toda la Iglesia”.


3.-  “Tener en cuenta la Analogíade la Fe”. El texto debe ser leído no sólo dentro del conjunto de la Biblia, ni sólo dentro del conjunto de la Tradición, sino también dentro del conjunto de la vida actual de la Iglesia. Debeobedecer, no sólo a las exigencias de la fe de antes, sino también a las exigencias de la fe de hoy. Es esto lo que se llama analogía de la fe.

Criterio de la realidad

1.- Tener en cuenta la realidad del pueblo del tiempo en que fue escrito el texto.

2.- Tener en cuenta la realidad del pueblo que hoy lee el texto.

Lectura orante de la Palabra

“El descubrimiento del sentido depende no sólo del estudio, ya que también tiene que ver con la vivencia, tanto de la fe como de la vida del pueblo. Exige crear un ambiente en donde el espíritu pueda actuar, obrar libremente y revelar el sentido que el texto antiguo tiene para nosotros hoy, aquí en América Latina. Se llama Sentido Espiritual”.



Guía para la preparación del aporte del Catequista:

1.- ¿Cuál es el tema general del pasaje bíblico? ¿Cuáles son sus sub-temas? ¿Con cuál de ellos se va a trabajar

2.- Si es la narración de un hecho: ¿Dónde ocurre la acción? ¿Es significativo el lugar? ¿Quiénes intervienen en el relato? ¿Cómo es su comportamiento a lo largo del pasaje? Define la conducta inicial y la final. ¿Qué sucedió en el medio de la acción?

3.- ¿Qué elementos simbólicos se mencionan? ¿Son signos vigentes? ¿Qué enseñanzas pueden aportar?

4.- Si se trata de un texto sapiencial o una enseñanza (parábola, discurso, carta): ¿Quién lo escribe? ¿A quiénes está dirigido? ¿Hay referencias históricas, sociales o culturales que puedan resultar significativas? ¿Conoces, en torno al texto, algún detalle significativo? 

5.- ¿Cómo puedes actualizar esta enseñanza? Si se escribiera hoy: ¿Quién lo haría? ¿A quiénes estaría dirigido? ¿Quiénes serían los protagonistas? ¿Qué nos dice el Dios de la Vida?

La Música y el Canto en la catequesis


La Música y el Canto en la catequesis

Uno de los recursos más valiosos usados en la educación en la fe es, sin lugar a dudas, la música.

Desde el punto de vista metodológico, la música y el canto proporcionan a la catequesis:

·         Crear un ambiente de unidad. La música convoca, une en un mismo canto a las personas y posibilita la creación de un ambiente indispensable para la catequesis.

·         El canto es un importante medio para la comunicación de mensajes.

·         Captan la atención, movilizan, incentivan al grupo.

·         Es un vehículo importante para la memorización.

Particularmente me gusta clasificar a las canciones propicias para el uso catequístico en cuatro bloques:

1.  Litúrgicas: además del uso en cuanto a la educación en la vida litúrgica, estas canciones brindan la posibilidad de abordar distintos temas, como por ejemplo:

2.   Bíblicas / Catequísticas: muchos autores se han ocupado en musicalizar     
    textos bíblicos con una inocultable finalidad catequística. Estas canciones    
    son de mucha utilidad para profundizar la Palabra de Dios, como por 
    ejemplo:


3.   De estilo evangelizador: compuestas por autores cristianos, intentan ser un vehículo de evangelización, comunicar el mensaje del Reino explícita e implícitamente. Por ejemplo

4. Del cancionero popular: es muy importante rescatar de las distintas expresiones musicales, canciones que por su contenido se convierten en una buena y eficaz herramienta didáctica.
  
  
¿Cómo usar una canción en el encuentro de catequesis?

Como ambientación: una canción permite crear un clima festivo, de acogida, indispensable para todo encuentro catequístico. Es preciso señalar un límite a fin de que el grupo no se quede “enganchado” y se transforme el encuentro en un “fogón”.

Como punto de partida: nos servirá para hacer surgir la situación de vida dialogando sobre el contenido de la canción a fin de instalar el tema en el grupo.

Para profundizar la Palabra: nunca una canción, por más fiel que sea al texto bíblico puede reemplazar la Proclamación de la Palabra, pero bien puede acompañarla, ayudando al grupo a profundizar en el mensaje.

Como expresión de la fe: se puede trabajar sobre el contenido vinculando la canción a otro recurso (afiche, mural, dramatización, etc.) que posibilite expresar la fe y, por ende, procurar una respuesta a la Palabra escuchada.

Para orar: un momento de oración ya sea al comenzar o al finalizar el encuentro, puede verse plenificado con un canto. No necesariamente debemos interpretar una canción de índole religiosa o catequística, bien puede utilizarse en este momento temas del cancionero popular que pueden transformarse en bellas oraciones de alabanza o acción de gracias.

Durante el desarrollo del encuentro: hay momentos en la catequesis en los cuales una música de fondo (necesariamente instrumental) permite generar un clima distendido, apto para el diálogo, la reflexión, el análisis. Siempre debe estar en segundo plano para no distraer la atención del grupo.