Tiberíades es un lugar relevante en la vida de Jesús y sus discípulos, es un lugar de encuentro...

En este blog encontrarás textos, imágenes, presentaciones, encuentros y otros aportes para la catequesis, para que sigamos haciendo de nuestra tarea un encuentro vivo con Jesús.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Embellecer la vida

Todo en la vida se hace por algo. Siempre hay un objetivo en las acciones que ponemos en marcha. Pero, ¿qué es lo que perseguimos cuando, día a día, nos lanzamos a realizar múltiples actividades que pueden colmarnos o no?


La felicidad es uno de los grandes temas del hombre. No resulta fácil definirla ni tampoco hallarla... Pero, bien podemos encontrar algunos motivos de reflexión que nos den una pista...


Para empezar, te comparto este relato titulado "El libro del tesoro".


El libro de tesoro


¿Qué te pareció?


Podemos pensar juntos el sentido del relato:



  • ¿Qué legado recibe el joven de su madre?
  • Ese legado, ¿es solamente un libro?
  • ¿Cuál es el significado de la curiosa advertencia?
  • La lectura fiel del libro, ¿qué le permitió ser a Uruk?
  • ¿Dónde, finalmente, encontró la felicidad?
  • ¿Se encuentra al final del camino o en el andar hacia la meta?
Cuando pensaba en este encuentro, recordaba unas palabras de Séneca, cuando intentaba explicar la cuestión de la felicidad. Decía que esta se parece a las amapolas que crecen en un campo de trigo y lo embellecen, por añadidura, sin que uno las haya querido ni sembrado.

¡Qué idea interesante! Será que, según como vivamos, podremos embellecer nuestra vida. Uruk fue alcanzando la sabiduría, cultivando virtudes, ganándose el respeto de los demás y así su vida se vio engalanada por la felicidad.

Pero para esto es imperioso tener una meta, un proyecto que anime nuestros días, un camino para transitar. Como lo afirmó San Pablo: "...olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús" (Flp 3, 13-14). 

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nueva Generación

En este tiempo, al hablar de la identidad del cristiano, me encontré con una canción que cantaba de chico: "Nueva generación".

La compuso un sacerdote brasileño, el padre Zezinho. En estos días se conoció una nueva versión interpretada por un grupo de músicos católicos del Brasil que se preparan para celebrar, en el 2013, la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro.

Te comparto la letra y el video. ¡Qué lo disfrutes!


Nueva generación

Yo vengo del sur y del norte,
del este y oeste, de todo lugar.
Caminos y vidas recorro,
llevando socorro, queriendo ayudar.
Mensaje de amor es mi canto
y cruzo montañas y voy hasta el fin.
El mundo no me satisface,
lo que busco es la paz;
lo que quiero es vivir.

Al pecho llevo una cruz
y en mi corazón lo que dice Jesús.

Yo se que no tengo la edad
ni la madurez de quien ya vivió.
Más se que es de mi propiedad
buscar la verdad y gritar con mi voz.
El mundo va herido y cansado
de un negro pasado, de guerras sin fin.
Hoy teme la bomba que hizo,
la fe que deshizo, y espera por mí.

Yo quiero dejar mi recuerdo
no tengo pasado pero tengo amor.
El mismo de un crucificado
que quiso dejarnos un mundo mejor.
Y digo a los indiferentes
que soy de la gente que cree en la cruz.
Yo creo en la fuerza del hombre
que sigue el camino de Cristo Jesús.